Por segunda vez, La manca d’Educació destaca la trascendencia del cambio de coordinador del examen de Historia de España de Selectividad en Baleares, el profesor Miguel Deyá.
Los efectos de sus decisiones repercutirán positivamente en la preparación de los alumnos tanto en Historia de España como en Historia de la Filosofía. Veamos por qué.
Si se repite durante 14 años consecutivos las mismas preguntas en un examen, como de hecho ocurría, los profesores caen inevitablemente en malas costumbres: ¿Para qué preparar el comentario de texto si los alumnos escogen sistemáticamente las preguntas teóricas? ¿Para qué terminar un temario tan extenso si no es imprescindible para aprobar en Selectividad? ¿Por qué no poner las cosas más fáciles a los alumnos “oriéntándoles” sobre lo que les van a preguntar?
Sin embargo, también la asignatura de Filosofía experimentará cambios. No sólo porque al no repetirse las preguntas en el examen de Historia aumentará el número de alumnos que se examinarán de Filosofía, sino porque también algunos profesores de esta materia caían en una excesiva relajación: ¿Para qué preparar a mis alumnos si todos optan por Historia? ¿Por qué exigir un nivel aceptable como para aprobar Selectividad si no escogen examinarse de mi materia? ¿Para qué terminar un programa intensivo si no hay estímulo para ello?
Aclaramos a nuestros lectores que los alumnos escogen libremente examinarse de una de estas dos asignaturas y la desproporción a favor de Historia había aumentado enormemente en los últimos años.
El profesor Miguel Deyá se ha propuesto evitar los efectos deletéreos de una prueba que se había convertido en una pantomima. Resulta bochornoso recordar lo que ocurrió en la última reunión del nuevo Coordinador con los profesores de los centros de Secundaria; llegó a tener que decirles que no le preguntaran cuáles iban a ser las preguntas del examen, pues “no os las voy a decir”…
A veces, los profesores son como niños.
4 comentarios:
Yo estuve en esa reunión. Fue vergonzoso. Una profesora preguntó por dos veces si entraría, como venía ocurriendo desde hacía muchos años, el Estatuto de autonomía de la caib. Deyá tuvo que cortarla diciendo que él nunca nos diría las preguntas y que nos fuéramos olvidando de que de forma sistemática se preguntaran siempre las mismas cuestiones. Algo del todo lógico pero que cayó como un jarro de agua fría sobre algunos de los presentes. La verdad, pasamos de un cantamañanas simpático(S. Serra) a un tío serio y mucho más competente (M. Deyá).
Hacía mucha falta la denuncia de una práctica tan sumamente perniciosa para la sociedad. Sospecho que es sólo una de las muchas corruptelas que se dan en el ámbito de la administración de la educación. Si queremos una educación de calidad, hace falta una buena limpieza de la función docente y de la gestión. Lo sorprendente es que semejante situación durase catorce años y que de los muchos implicados ninguno protestase. Qué poca vergüenza tienen esos muchos.
Pues a mi además me sorprende que los alumnos no se tengan que examinar de ambas asignaturas (historia y filosofía) en selectividad. Porque por parte de los alumnos también ocurrirá que decidirán invertir mucho mas esfuerzo en una asignatura que en otra, en función de esos cálculos, cuando a mi ambas me parecen fundamentales.
Abans d'escriure segons de que el Dr. Deyà hauria de mirar-se el llombringol...no he vist persona més mal educada, grollera i misògina...no només amb els que fórem els seus alumnes sinó amb els seus companyes de feina de la UIB. Mal fet va fer en Caimari de no posar-li una denúncia per mobbing.
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