lunes, 29 de junio de 2009

Romance de la evaluación

ROMANCE DE LA EVALUACIÓN
La sesión de evaluación
dispuesta a empeçar estaba
el tutor, que era de Lengua,
les dixo que se callaran
e pidió a la Orientadora
que por favor se sentara.
La Orientadora, psicóloga,
ha en propiedad su plaça
desde que la LOGSE impera
en los çentros de enseñança.
Sabe al dedillo la ley,
e parla la xerga bárbara
de los psicopedagogos
e de la fauna logsiana.
Comiença la evaluaçión,
las notas allí se cantan:
-Iván Peláez Borrego,
con este moço, ¿qué pasa?”
-”A aqueste le quedan seis:
titulaçión denegada”.
Mas fabló la Orientadora;
d’aquesta guisa fablaba:
-”Non nos pemite la LOGSE
fazer tan grand canallada:
si a algún alumno o alumna
non superase alguna área
siendo con insuficiente
eva1uado o evaluada,
debe discutirse aquí
si es persona preparada,
si domina las destreças,
los obxetivos d’etapa,
si se axustan los diseños,
si se dan las çircunstançias,
si se fizo adaptaçión
al chaval o la chavala,
si de los proçedimientos
se llevó relaçión clara
e si de las actitudes
quedó notoria constançia.
¿Detectáronsele a tiempo
todas estas problemáticas?
¿Se fizieron formularios,
programaçiones de aula?
¿Motivósele al efeto
con estratexia adecuada?
¿Fízose por el tutor
en la clase un soçiograma?”
Muchos de los profesores
se miran, piensan y callan.
iHubo allí largo silençio:
ni una mosca se escuchaba.
Mas luego fabló el de Historia,
bien oiréis lo que fablaba:
-”¡Pero si este moçalbete
las más de las veçes falta,
e, cuando viene, molesta,
grita, juega, se levanta,
non atiende al profesor,
non estudia, non trabaxa,
non se está quedo un momento,
de los profesores pasa,
es deslenguado, soez,
torpe, neçio e tarambana
¿Cómo darle el mismo título
que al que se aplica e se afana
e saca muy buenas notas
e cumple normas e pautas?
Sería inicua inxustiçia,
sería indeçente práctica,
sería de los calçones
fazer muy grande baxada”.
Los profesores se miran,
e, con voç amortiguada,
se comentan ala orexa
las cosas que allí se tratan:
los más pareçen de acuerdo,
otros niegan e rechaçan.
¡Cómo puedes deçir eso!”
Ya la Orientadora exclama.
-”¡Non quieres tener en cuenta
la normativa aprobada!
¿Te has leído el Plan de Centro?
¿Has repasado las páxinas
de los valiosos Diseños
Curriculares de Etapa?
¿Practicas la evaluaçión
contínua e bien adaptada?
¿Non aplicas en tu clase
la enseñança igualitaria?
Si el mochacho non te atiende
será porque usas la práctica
de la liçión maxistral,
qu’es retrógrada e nefasta.
Debes dar motivaçión
a educando y educanda,
desçender de la tarima,
qu’es plataforma tiránica;
debes ser más solidario
con chavales e chavalas,
darles menos contenidos,
que non fazen mucha falta,
e mirar sus intereses,
captar bien su idiosincrasia
et educar en valores
de soçiedad democrática;
ser más tolerante e lúdico,
ser con ellos camarada
e mostrarte comprehensivo
en cada unidad didáctica.
-”Pero, en aprobando aqueste,
¿quién el título no alcança?
Veremos el curso próximo
cómo se asienta en las aulas
e cursa el bachillerato,
ansí, por toda la cara,
un tropel de analfabetos,
de vagos, xetas e maulas,
de mochachos inorantes
e de iletradas mochachas
que non faz en ni la o
con el hueco de una caña”.
Subieron las discusiones,
arreçiaron las palabras,
se esgrimieron çirculares,
leyes, fueros e ordenanças,
fablóse allí de prinçipios,
de posturas reacçionarias,
de los derechos humanos
e falta de democraçia,
de lo divino é lo humano
todo el mundo allí fablaba.
Llevaban ansí tres horas
e el personal se cansaba.
Fasta que un profesor dixo:
-”A ver, ¿cuántas le quedaban
al moço que, por el título,
la disputa orixinara?”
-”Quedábanle seis”- Responden.
-”Pues yo, que doy Matemáticas,
las cuales eran suspensas,
pues… me dispongo a aprobársela.
-”Ya sólo son çinco, entonçes”.
Y la de Francés, que estaba
mohína y entristeçida,
a punto de echar las lágrimas,
dixo con voz melancólica,
morteçina e apagada:
-”Ponle aprobado en Francés”.
-”E apruébale también Plástica”.
(Sonó la voç del artista,
que tenía enormes ganas
de acabar las discusiones
e irse a pintar a su casa)
-”Pues yo, para no ser menos,
le apruebo Cultura Clásica”.
E, ansí, aprueba que te aprueba
el “típex” se chorreaba,
sumergiendo los suspensos
baxo una pátina blanca.
El tutor, los “suficientes”
prestamente rotulaba:
-”Iván Peláez Borrego:
quédanle dos, luego…¡pasa!
Y se acabó, compañeros:
firmad al pie de las actas”.
(Romance de la evaluación: recogido de Crisis educativa)

No hay comentarios: