El programa de evaluación inicial (AVISO 2008) ha fracasado. Los imponderables vericuetos de la tecnología impidieron que alumnos de 1º de ESO de 170 centros de Baleares, dispuestos ante el ordenador para hacer un test de lectoescritura, pudieran realizarlo: es imposible evaluar la velocidad y comprensión lectora si se colapsa el servidor durante una prueba en la que el tiempo es una variable determinante.
No seremos nosotros quienes hurguemos en la herida por una pifia informática. Las máquinas no son perfectas, los programas tampoco, y pueden fallar. No obstante, es sorprendente que los responsables no previeran que un colapso del sistema era probable, ya que decenas de miles de estudiantes debían hacer la prueba al mismo tiempo. Los ensayos previos habían funcionado. Se habían hecho en 20 centros solamente.
Sin embargo, sí cabe cuestionarse la inversión de medios, tiempo y dinero público en una prueba cuyos resultados no hubieran sorprendido a nadie. ¿Hay dudas sobre la falta de hábitos de lectura de nuestros alumnos? ¿No constatan a diario los profesores las dificultades que tienen para entender textos sencillos? ¿No sería más interesante abrir un debate sobre qué corregir en la enseñanza primaria, que por cierto no recoge como objetivo el desarrollo de la lectoescritura hasta los 6 años de edad? ¿Es mejorable una escuela más parecida a un “chiquipark” a base de “rincones temáticos” en la que los niños sólo juegan no se sabe a qué, aplazando el momento en que el trabajo del maestro siembra en sus mentes les letras y las palabras?
En fin, sugerimos al IAQSE (Institut d’avaluació i qualitat del Sistema Educatiu) y a su director , el Señor Joan Mestres, que dirijan sus esfuerzos a aspectos de la educación verdaderamente sumidos en la sombra, como por ejemplo, una encuesta seria y anónima sobre los hábitos de lectura de maestros y profesores… El debate sobre si se deberían publicar los resultados sería probablemente divertido.
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